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Alimentos Orgánicos: ¿Tendencia aspiracional o estilo de vida saludable?

La gente prefiere vivir en áreas urbanas, es decir movilizarse del campo a la ciudad en la búsqueda de mejores condiciones de vida.

La creciente “ola” de consumir alimentos orgánicos es innegable y ha pasado ya a ser solo una tendencia de moda a una realidad que cada vez es más cercana y disponible. No es secreto que lo “producido orgánicamente” acapara ya, estantes en los supermercados, cocinas, restaurantes, hasta tianguis y una larga lista de establecimientos comerciales que ofrecen estos productos a un número cada vez más interesado e informado de consumidores. En México, el consumo de estos productos se ha incrementado rápidamente hasta 15-18% año con año, y en la actualidad existen poco más de 500 mil hectáreas destinadas a la producción orgánica, mayormente de plátanos, aguacates, mangos, pimiento morrón y café.

Pero ¿tienes claro, lo que en realidad quiere decir orgánico?; para muchos es un término moderno que subraya lo ecológico en las formas de producir un alimento, qué bien se puede confundir con: natural, sustentable, amigable, verde, sano, local. Pongámoslo de manera más digerible: un alimento producido orgánicamente es aquel que en su proceso de producción no fueron utilizados plaguicidas ni fertilizantes químicos, no contienen hormonas, metales pesados y no pueden ser irradiados.

¿Por qué tienen un precio superior? Los agricultores que se dedican a la producción de hortalizas, granos y frutas orgánicas encaran diversos retos para hacer llegar su cosecha completamente orgánica a los diferentes puntos de venta; desde cumplir con los requisitos regulatorios para la obtención de la etiqueta de orgánico, tener siempre disponible los insumos a emplear en su proceso de producción, que a su vez éstos deben ser orgánicos y contar con su propia certificación hasta asumir que el rendimiento de su cosecha será por debajo de aquella cosecha que es producida de manera convencional, es decir la que si usa pesticidas y fertilizantes de síntesis química. Por estas razones, es que las fresas y tomates orgánicos son más caros que las fresas y tomates “convencionales” y cada vez más los consumidores están de acuerdo en pagar esa diferencia debido a la percepción positiva sobre la comida orgánica, basada en que tienen mayor contenido nutritivo y los consideran superiores en sabor.

La certificación de orgánico avala que dicho producto está libre de cualquier enfermedad, que cuenta con características superiores de calidad tanto de sabor, aroma y textura y que se cuenta con registro de todas y cada una de las actividades que se realizaron desde que se tiene la semilla para ser sembrada hasta que la cosecha sale del campo. Cumpliendo con estas consideraciones se otorga el sello de orgánico, el cual brinda seguridad al consumidor para la compra de este producto.

 

 

Ing Agrónomo con maestría en administración de negocios, ha sido supervisor agrícola para Pepsico Internacional, gerente agrícola de una empresa productora de la región, actualmente es consultor en agronegocios de empresas en el norte de Sinaloa y es el administrador del jardín botánico, Cuenta con 13 años de experiencia profesional en temas relacionados a la producción agrícola, sustentabilidad, agronegocios, responsabilidad social empresarial, inocuidad agrícola y de buenas prácticas.

Etiquetas: Victor Cota, Rincon Ecologico