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Cómo aumentar las defensas para combatir el frio

Las bajas temperaturas de este invierno provocan muchos malestares, una mayor cantidad de resfríos, gripes y molestias propias de la época invernal

Para evitar las defensas bajas, una buena medida es preocuparnos por nuestra alimentación.

Sentirnos más cansados de lo habitual, dolores musculares sin haber practicado ejercicio, cabello debilitado, lesiones en los labios, son señales de defensas bajas que nuestro organismo nos está dando.

Nuestro cuerpo siempre está expuesto a distintas enfermedades causadas por agentes como virus y bacterias. Por eso es importante saber cómo fortalecer el organismo con una alimentación sana y equilibrada.Las defensas se pueden resentir tanto por un exceso de energía (como es el caso de la obesidad), como por un déficit energético (desnutrición), teniendo más posibilidades de contraer enfermedades infecto contagiosas.

La importanciade una Alimentación Equilibrada

Quienes siguen dietas de menos de 1200 calorías al día u otras de mayor número de calorías pero desequilibrados, pueden hacer disminuir la función inmunológica.

Aveces uno de los errores que cometen las personas cuando están a dieta es restringir las grasas, si bien es importante para el controlar el peso, también influyen en el funcionamiento del sistema inmunológico. La procedencia o calidad de las grasas que introducimos en nuestra alimentación es sumamente importante.

Lo fundamental es disminuir el consumo de grasas saturadas e incluir en nuestra dieta grasas esenciales como por ejemplo la que nos aportan los pescados, frutos secos, aceite de oliva, o girasol,  de manera de asegurar un aporte equilibrado de diferentes aceites esenciales para el organismo.

El consumo de frutas y verduras, también  se debe potenciar en esta época del año, ya  que son ricas en  vitaminas y minerales, y fortalecen nuestro sistema inmunológico. “Asegurarse de seguir una dieta balanceada que incluya variedad de alimentos en las cantidades adecuadas es lo primordial para fortalecer de forma natural nuestro sistema inmunológico”.

Vitaminas y Minerales que no Pueden Faltar

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La Vitamina C: aumenta la producción de interferón (sustancia celular que impide a una amplia gama de virus provocar infecciones), por lo que la inmunidad se puede potenciar. Además, esta vitamina es necesaria para formar colágeno, un componente esencial de las membranas de las células, por lo que la vitamina C contribuye al mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones.
El kiwi, mango, cítricos, pimientos, tomate, verduras de la familia de la col, frutas y hortalizas en general, tienen vitamina C.

Vitamina E: diversos estudios han demostrado que aumenta la respuesta inmunológica La encontramos en cereales de grano entero (pan, arroz y pastas integrales), aceites de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.

Vitamina A: representa un papel esencial en las infecciones y en el mantenimiento de la integridad de la superficie de las mucosas (barreras naturales contra las infecciones).
El hígado, mantequilla, huevo y lácteos completos aportan gran cantidad de vitamina A.

También se encuentra en verduras de color verde, rojo, anaranjado y amarillo y algunas frutas como las cerezas, melón y sandía.

Otras vitaminas: se han descrito alteraciones del sistema inmunológico asociadas al déficit de vitaminas del grupo B. El complejo vitamínico B aparece en la mayoría de alimentos de origen vegetal (verduras, fruta fresca, frutos secos, cereales, legumbres) y en los de origen animal (carne y vísceras, pescado y marisco, huevos y en los productos lácteos).

Flavonoides: son antioxidantes y ayudan a neutralizar los radicales libres, sustancias dañinas para el organismo. Están presentes en semillas de vegetales y frutas, verduras de hojas verdes, frutas rojas, moradas y cítricos. Tienen un efecto terapéutico para un alto número de enfermedades como algunas cardiopatías, arteroesclerosis y algunos tipos de cáncer.

Hierro: el déficit de hierro es más frecuente en jóvenes y embarazadas; disminuye la proliferación (multiplicación y crecimiento) celular y la respuesta inmunológica. Se encuentra en el hígado, carnes, pescado, huevo y, en menor proporción en los lácteos.

Zinc: la carencia de zinc es relativamente frecuente en niños, mujeres embarazadas, madres lactantes, ancianos y personas vegetarianas o que realizan dietas bajas en calorías. El consumo habitual de tabaco también se puede considerar factor de riesgo de déficit.

Su carencia afecta fundamentalmente a órganos linfoides (que producen linfocitos) y a la respuesta inmunológica.

Se encuentra en mariscos, hígado, semillas de calabaza, quesos curados, legumbres y frutos secos, cereales completos, carnes, pescados, huevos y lácteos.

Selenio: el déficit de selenio afecta a la inmunidad, estando disminuida, entre otros, la actividad bactericida, la respuesta de los anticuerpos frente a ciertos tóxicos y el desarrollo de linfocitos. Se encuentra en la carne, pescado, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras.

Algunos consejos son:

  • Seguir una dieta variada y equilibrada, basada en frutas y verduras idealmente crudas ya que son los que nos aportan vitaminas y minerales esenciales a nuestro organismo.
  • Mejorar los hábitos alimentarios es fundamental. Jamás realizar una dieta sin supervisión de su nutriólogo y menos las llamadas dietas Express y mágicas que se ofrecen en el mercado ya que está comprobado que sus efectos son negativos para la salud. El cuerpo requiere de una alimentación balanceada para funcionar bien.
  • Beber todos los días entre seis y ocho vasos de agua.
  • Realizar actividad física también ayuda a mejorar nuestras defensas. Caminar media hora al día a paso ligero 3 ó 4 veces por semana, andar en bicicleta.
  • Dormir el suficiente número de horas para favorecer el correcto funcionamiento de nuestro sistema de defensas también es fundamental.
  • Recomienda cambiar el ritmo de vida.

Y recuerden cuidarse mucho, abrigarse y evitar excesos, les deseo feliz navidad!!

Lic. Nutrición. Egresada de la Universidad del Valle del Fuerte, práctica en Centro de Salud (Los Mochis), servicio social en Hospital Fátima S.A de C.V. Integrante del programa de comunidades saludables 2012, juego, me divierto y aprendo comiendo bien “por mi salud”.

Etiquetas: Nutrición, Judith Mendivil