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La alimentación saludable en la tercera edad

La esperanza de vida se ha prolongado, y quienes llegan a edades más avanzadas pueden seguir gozando de buena salud y energía

Aunque muchas funciones del organismo se van deteriorando, una dieta adecuada combinada con hábitos saludables, puede retrasar y disminuir síntomas no deseados.

En este artículo mencionare cuáles son los cambios de alimentación más significativos que ocurren con el avance de la edad, y los mejores consejos para una vejez saludable.

1.- LA FALTA DE HAMBRE

Uno de los procesos más afectados por la edad es la alimentación. Con el paso del tiempo, la cantidad de papilas gustativas disminuye a la mitad.

Este hecho deriva en una pérdida de la capacidad de reconocer los sabores y se traduce en una ausencia del interés por los alimentos.
  • El mayor riesgo de la falta de apetito es no ingerir la suficiente cantidad de alimentos y que esto pueda derivar en debilitamiento.
  • El sistema inmunitario siempre se deteriora con la edad pero, aparentemente, la falta de una nutrición adecuada acelera el proceso.
  • Debido a la ausencia de la sensación del gusto, la persona de edad tiende a agregar cantidades de sal a las comidas, lo que es muy peligroso en pacientes hipertensos.
Medidas preventivas:
  • Una excelente forma de realzar los sabores es recurrir a las especias y a las hierbas aromáticas, como así también, al uso de ingredientes frescos que sean sabrosos.

2.- INCAPACIDAD DE SACIARSE

Otro efecto muy particular del envejecimiento es el deterioro de la capacidad de saciarse.
  • Como no existen estímulos para cambiar de alimento, esto lleva a que las comidas no cuenten con la variedad de nutrientes necesaria para el buen funcionamiento del organismo.
Medidas preventivas
  • Al igual que en el caso de la posible pérdida del apetito, aquí también la prevención parece estar en los buenos hábitos culinarios pero, esta vez, el énfasis debe situarse en la variedad y el contraste de texturas.
  • Comida de distintas consistencias puede ayudar a que se sienta tentado a probar cada uno de ellos e ingerir la variedad necesaria de nutrientes.

3.- LA FALTA DE SED

La sed es otra de las sensaciones que se van perdiendo con la edad, lo cual constituye un verdadero peligro ya que, cuanto mayor es la persona, mayor es, también, la cantidad de agua que su organismo necesita.
  • El riesgo principal de la falta de sed es la deshidratación, lo cual es extremadamente peligroso en las personas de edad, ya que puede conducirlas a sufrir de desorientación e incluso demencia.
Medidas preventivas:
  • La única manera de evitar la deshidratación es beber una cantidad importante de agua a lo largo del día, en especial, cuando se está bajo tratamiento médico con administración de fármacos.

RECOMENDACIONES NUTRICIONALES

  • Consumir fibras -entre 25 y 30 g diarios- para mantener el buen funcionamiento gastrointestinal.
  • Seguir una dieta variada. Recuerde que los vegetales deben estar siempre en primer lugar: verduras, frutas y productos integrales.
  • Consumir alimentos ricos en antioxidantes para prevenir cardiopatías, el cáncer y las cataratas.
  • Elija grasas monoinsaturadas (el aceite de oliva).
  • Mantener el cuerpo en movimiento, por ejemplo, a través de los quehaceres domésticos, los trabajos en el jardín, o caminar. 

Consultar a su médico si la pérdida de apetito dura más de dos semanas o siente fatiga frecuente, cambio en el gusto o dolor en alguna parte del cuerpo.

Valore la importancia de una buena alimentación para mejorar su calidad de vida

Lic. Nutrición. Egresada de la Universidad del Valle del Fuerte, práctica en Centro de Salud (Los Mochis), servicio social en Hospital Fátima S.A de C.V. Integrante del programa de comunidades saludables 2012, juego, me divierto y aprendo comiendo bien “por mi salud”.

Etiquetas: Nutrición, Judith Mendivil